jueves, 25 de marzo de 2010

Recordar para que no vuelva a suceder

Es complicado analizar el suceso que ocurrió en la Argentina entre 1976 y 1983, porque al no haberlo vivido en carne y hueso, cada vez encuentro más datos que me ponen la piel de gallina. No termino de impactarme con las historias de los sobrevivientes, de los familiares de las víctimas, y de las personas que siguen a favor del proceso y que defienden lo indefendible.
30000 es el número del horror. Porque no hay que pensarlo como una simple cifra, sino entender que estamos hablando de personas, de identidades, de vidas que se perdieron. Marcando así la parte más negra de nuestra historia.
Pero lo importante aquí, es no olvidar. Es una frase trillada, pero sintetiza nuestro deber como ciudadanos y como nueva generación. Hay que recordar lo que pasó. Con odio, con dolor, con bronca, con el sentimiento que sea, pero tenerlo siempre presente. Porque de esta manera, sabremos valorar este sistema democrático, que aún funcionando no en su plenitud, fomenta la diversidad de opinión, de ideas, y de creencias.
Es por esto que hoy, en una nueva conmemoración del día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la consigna es contarle a los que no saben que pasó, y saber que está en nosotros evitar que se vuelva a repetir.

Destino




Por Juanjo
Y si, somos cuarenta, cuarenta vidas diferentes, pero todos compartimos algo, la residencia.. En un mundo donde cada vez quedan menos valores morales, en una ciudad que predomina tanto la felicidad como la angustia. Aquí estamos, lejos de nuestras casas, lejos de nuestras familias. Algunos mas grandes otros mas chicos, pero con un objetivo en común.
El pasado se desvanece y el presente nos amenaza, cada error es un desafío, que juntos, en grupo, intentamos superar. Las risas permanecen en los pasillos, son chistes, son canciones, son esperanza. Los debates enfrentan los pensamientos de cada uno, pero siempre se escuchan.
Es tarde, el sonido de la nada es reemplazado por la guitarra. Camino hacia la cocina, ahí están, los veo, son mis compañeros de vida, mis hermanos, ellos me entienden y yo a ellos. Estar acá me hizo pensar en algo, lo importante no es prevenir es arriesgar, ganar, perder. La vida es como un pañuelo que queda atrapada en los árboles del destino. Éste árbol que me toco, me hace sentir bien y se llama Casona.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Experiencias Casonescas


Era miércoles 24 de marzo, feriado. Se recordaba el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Los chicos que estábamos en La Casona veníamos de una madrugada de trucos y charlas en las que, sin darnos cuenta, se nos pasó el tiempo.
Al mediodía, a eso de las 13, empezaron a aparecer todos, con hambre algunos, con ganas de fumarse un pucho otros, como siempre, éramos muchos. Después de comer nos fuimos con Enzo a la puerta a tomar un poco de aire. Mientras charlábamos nos dejamos encantar por el hermoso día. Entonces decidimos entrar, ir a la cocina-comedor, e invitar a todos los que quisieran dar un paseo por Plaza Francia y tomar unos buenos mates.
Enseguida todos dijeron que querían ir, algunos estaban comiendo y otros recién levantándose.
A las cuatro de la tarde nos encontrábamos listos para caminar y disfrutar de un día soleado pero, a la vez, fresquito.
Estuvimos en la plaza, disfrutando de un espectáculo que brindaba un grupo de jóvenes, caminamos, paseamos por la feria de artesanos, nos sacamos fotos, nos sacaron fotos. El clima que se vivía era de alegría y fraternidad; muchos de nosotros riendo y jugando, siendo partícipes de un momento lindo.
La verdad pareciera que, en ese momento, estábamos inmersos en otra realidad, en una realidad sin preocupaciones, sin disgustos; donde todos olvidamos lo lejos que estamos de nuestras familias porque teníamos un amigo al lado que nos daba contención y compañía.
Algunas cuestiones nos diferencian, nos separan; pero muchas otras cuestiones son las que nos unen. Todos los días en este lugar se viven experiencias que quedarán guardadas en nuestros corazones.
Le deseamos un muy feliz cumpleaños a Tomás. Que este nuevo año en su vida venga con muchas experiencias satisfactorias y que su paso por La Casona sea lo que él y sus padres esperan.
Próximamente: la historia detallada del camino de Pipo al estrellato. O rodallato??? jajaja.

“La Casona”

Uriburu 672, casi esquina Viamonte. En un lugar caracterizado por ser una de las zonas más cosmopolita de la Capital -un lavadero chino, un kiosco atendido por una ucraniana, un locutorio perteneciente a una familia peruana y la sede de la AMIA ( centro de la comunidad judía que en 1994 fue víctima de un atentado, del cual todavía no se conocen los responsables), se encuentra la Casona, una residencia estudiantil que se adaptó a una antigua casa de tres pisos, con un frente pintado de un tono crema y dos balcones negros, al igual que la puerta, que contrastan con el claro de las paredes. La fachada no anticipa en lo más mínimo la inmensidad de su interior, una clásica construcción angosta y alargada llena de habitaciones, una seguida de otra. En el primer piso, tras pasar el porche, se encuentran la primera pieza y la cálida recepción de María, la dueña junto a su marido Juan, de carácter irascible, que no duda en retar al que no respete las normas de convivencia y amenaza con rajar si se repiten los comportamientos. Tras el final del pasillo, se desemboca en la cocina y el comedor, el lugar de reunión donde se charla, se juega al truco y obviamente se comparten los almuerzos y las cenas. Ese sector de la casa, es el punto neurálgico, es donde en los primeros días, los chicos recién llegados desde sus ciudades a este gran mundo de cemento, se arriman para conocer a sus nuevos compañeros de vida, por lo menos durante los próximos meses. Subiendo la escalera celeste media desvencijada, se pueden seguir viendo las habitaciones hasta el final del pasillo, que termina con la famosa pieza 15, la más grande, que ocupa todo el ancho del lugar, con dos ventanas y un balcón, ideal para salir a tomar un poco de aire, contemplar lo que te rodea y pensar en todo lo nuevo que está pasando. Cada habitación es un mundo, con su desorden, sus peleas, discuciones y problemas, pero donde también se pasan momentos gratos y graciosos, que en algunos años serán recordados como anécdotas cuando los ex compañeros se vuelvan a encontrar. Volviendo a los detalles del segundo piso, a mitad de ese pasillo, está la estrecha escalera que da al tercer y último nivel, donde se encuentra la querida sala de estudio -muy poco usada-, compuesta por amplias mesas de madera, piso alfombrado y un par de sillones confortables para descansar un rato tras un tiempo prolongado de lectura. Y para finalizar, "La Terraza", una fija los fines de semana donde se comen los asados de Lorenzo, se charla, se discute y se ríe hasta altas horas de la madrugada. Más allá de la descripción del lugar, vivir en "La Casona"es una experiencia muy enriquesedora, quién alguna vez pensó en cruzarse con un hondureño, un danés o un chino y compartir cosas con ellos, es más, hacerse amigo a pesar de las diferencias culturales obvias que existen. Es un sostén importante para los que recién llegan con el miedo del desconocimiento y la inseguridad -que existe pero no al nivel que intentan vender los medios-, para poder salir y conocer todas las cosas lindas que tiene la ciudad porteña: cines, teatros, espectáculos deportivos, recitales, paseos, y tantas otras más. Es importante en esta etapa de preparación, ante la ausencia de familiares y amigos, hacer nuevos vínculos para sentirse acompañado. Con muchos posiblemente no te vuelvas a cruzar, pero por ahi quien te dice, con otros hagas una amistad para toda la vida. Así es la Casona...

Abrimos las puertas

Que te guste el periodismo, no significa estar atento sólo a los resultados de los partidos, o a los discursos de los políticos. Lo importante es siempre querer saber más, e interiorizarse en las cosas que te rodean.
Una residencia, es un mundo muy interesante para personas que pensamos dedicarnos a esta carrera toda la vida. Este edificio, La Casona, está repleto de historias, de anécdotas, de momentos. Por este motivo nace este blog, porque hay mucho para contar, y muchos que queremos contarlas.
La idea es generar un espacio para que todos brinden sus ideas, y que cualquiera que lea estos textos, conozca un poco más acerca de estos chicos. Chicos de distintos lugares, de distintas realidades, pero con el mismo sueño de triunfar en lo que les gusta.

La redacción